FRANKFURT MON AMOUR.




Torre Eschenheimer

 

Corría mes de  noviembre del año 2006, yo estaba recién salido de una operación de vesícula que me costo unos 10kg cuando mi amigo Ismael propuso un viaje a Frankfurt para inaugurar los recién estrenados vuelos que Ryanair había establecido entre dicha ciudad y Granada. 

Con nuestro equipaje de mano y las reservas del hotel a través de booking.com nos encaminamos hacia Frankfurt, la capital económica de la Unión Europea.

Era la primera vez que yo volaba con una compañía Low Cost y la experiencia fue extraordinaria, las conversaciones sobre el aspecto de azafatas/os, tapicerias, sorteo de papeletas, ruidos de avión etc, hizo que pasara el vuelo en un periquete, arribando a un aeropuerto en el que todos sus colores estaban tamizados por el gris de un día lluvioso, dándole el aspecto una base militar de película de espías, aderezado todo por un frío intenso, en el cual apenas pudimos recrearnos, ya que teníamos el tiempo justo  para coger el autobús que nos llevaría a la ciudad de Frankfurt (a unas 2 horas).

El hotel que habíamos reservado, y que mejor no cito su nombre, (ya que lo mismo es demandable lo que voy a decir), tenia una especie de recepción en la que no podría establecerse ni un puesto de reparación del calzado, pero en el que durante ese primer momento y por la emoción del viaje, no reparamos en nada de lo que nos rodeaba, hasta que al dirigirnos a las habitaciones, que estaban en la ultima planta, me toco subir solo en el ascensor, de manera que al llegar al cuarto piso, me encontré a todos mis amigos en absoluto silencio que sin dejar de observarme, me seguían hasta la habitación que me fue asignada, para ver la cara que se que se me quedaba al abrir la puerta, (que de todas era la mejor), y en donde una prostituta barata no se habría dignado ni a recolocarse una media. 

Una vez deshecho el equipaje y enfundados en gorros, bufandas y guantes,  ya de noche, nos dirigimos al centro de la ciudad, donde atónitos observamos que a pesar de ser noviembre, todo estaba dispuesto de Navidad, pero no como los escaparates del Corte Ingles, sino mas bien como el decorado de una película Hollywoodiense, en donde una gran avenida central, estaba toda llena de casitas de madera, en las cuales se servía vino caliente (gluwein), chocolate y demás exquisiteces del país, las calles inundadas de olor a jengibre, música navideña y gentes por todas partes, retirándonos de vuelta al hotel, cansados por haber vivido un día intenso, pero felices de haber hecho unos cuantos descubrimientos :

-Alemania es un país maravilloso.

-Que las chonis son una especie endémica de España (al igual que el lince mediterraneo).
-La existencia de un rayo desintegrador de cacas de perro, que poseen todos los propietarios de canes, y que hace que puedas pasear sin tener que mirar al suelo, por el peligro de pisar excrementos (y ahora estoy pensando que lo mismo ese rayo desintegrador ..., actúa ante la coordinacion de piercings, tatuajes y laca, siendo este el motivo por el que no vimos ni una choni, cani o similar -esta idea todavía no es definitiva- ).

Que durante 3 días, nos dedicamos a pasear por una ciudad de cuento, por sus mercadillos navideños, a las compras, y algo muy importante que me dejaría impronta para los demás viajes que he hecho a ese país, como fue la primera toma de contacto con las exquisitas salchichas y la cerveza, descubriendo todo un mundo que me pareció de película, y en donde la navidad, no solo se veía y se oía, sino que también se respiraba, de manera que te llegaba al alma, iniciándose un idilio que ha llegado hasta el día de hoy y que espero que dure muchos  años mas.



escaparate navideño



VER COMPRAR COMER

VER.

Siguiendo el orden del titulo, Frankfurt, es una ciudad relativamente pequeña, por lo que en un par de días, si lo que tampoco pretendes es acabar con bigote retorcido y oliendo a cerveza, puedes obtener una visión bastante buena de este sitio.

En primer lugar, llama la atención un grupo de rascacielos, los cuales son visibles desde casi toda la ciudad, con estructuras de acero y cristal, de los cuales la Maintower fue el que escogimos para subir a su mirador (te cobran por subir 4.50€), y desde el que obtuvimos una visión aérea espectacular, a mi me llamo la atención un edificio en la lejanía tipo central nuclear de los simpson (con nubes de humo incluidas), así como lo verde que es el campo que rodea la ciudad.



vista aérea desde la Maintower



Otro edificio espectacular es  la "Eschenheimer Turm" (fotografía de la cabecera del blog) , que  formaba parte de un conjunto de torres vijias de las cuales es la única superviviente, en su interior hay un restaurante, pero con unos precios que pueden acabar amargandote las vacaciones.

Espectacular es el calificativo de la Opera de Frankfurt, que su interior no pudimos visitar, pero que en su edificacion externa, esta a la altura de la Opera Garnier de París (prefiero no compararla con la fachada del Real de Madrid para evitarme entradas con comentarios soeces).

También es impresionante el conjunto de edificios históricos de la Plaza Römerberg, junto con el Ayuntamiento o Rathaus. Esta es la parte mas turistica de la ciudad, con tiendas de souvernirs, bares, restaurantes etc, y donde esta situado el mercadillo de navidad mas importante.

También es recomendable dar un paseo por la ribera del río Main.

Aquí añado un plano del centro y otro general de la ciudad que espero sean de utilidad.

plano del centro

Plano General

COMPRAR.

Hay un bulevar en pleno centro de Frankfurt, que es la Avenida Zeil, la cual se encuentra repleta de enormes centros comerciales y grandes almacenes, en donde podras encontrar todas las marcas habidas y por haber tanto en ropa como complementos. La calle Goethestrasse, también muy centrica, es donde se encuentran las boutiques de marcas internacionales de primer orden, aunque en estas solo pude mirar dado que mi sueldo no da para tanto.
En general, encontré los precios un poco mas baratos que en España, recomendando marcas locales con productos elaborados a base de pura lana, siendo espectacular la ropa especial para el frío y la lluvia, así como la inspirada en la caza.
Fuera del centro, en las calles Bergerstrasse, Leipzigerstrasse y Schweizerstrasse, se encuentran pequeñas tiendas con ropa de diseñadores locales en un ambiente mas relajado que la locura que supone el centro de Frankfurt en navidad.
Es habitual que la ropa que no se utiliza, se lleve a tiendas de segunda mano, abundando muchas de este tipo en las tres ultimas calles que he citado, las cuales tienen una clientela muy variopinta (que no cutre, ya que encuentras desde abrigos de piel a la ultima, o ropa de marcas impagables a precio asequible).

COMER.

En este apartado, he de decir que la mayoría de las comidas las hicimos en los puestos navideños de salchichas de las cuales hay muchas variedades, con un precio que oscila entre los 3 y 5 €, y que paso a exponer las mas populares:

Frankfurt- "la aborigen", de color rosado, hecha con carne de cerdo y sabor ahumado, se sirven cocidas y normalmente acompañadas de chucrut (col con vino.... ).

Bratwurst-  mi favorita, de color blanco, está hecha de carne picada de cerdo, con un sabor indescriptible, se suele servir acompañada de mostaza, y se cocina a la plancha o en una parrilla con brasas, que es como mas rica esta.

Weisswurst-  salchicha blanca preparada con carne de ternera y cerdo, se cocina hervida y se sirve con mostaza.

Currywurt- se cocina a la plancha, y se sirve partida a trozos con salsa de tomate y curry en bandejas de cartón. Son muy llamativas las maquinas que las cortan en rodajas y es la preferida de Paco (saludos).

También estuvimos en un restaurante típico muy antiguo, en donde nos atendió un camarero que estaba haciéndose injertos de pelo (lo cual nos impresinò bastante, y que según nos informamos posteriormente, se lo quitan de la coronilla y lo implantan en los claros del bosque, dando el mismo efecto que el pelo de las muñecas), del que nos hicimos amigos, sirviéndonos un menú variado de salchichas a un precio bastante aceptable(menos de 15 € con cerveza incluida), el nombre del sitio es Zum Gemalten Haus.



Restaurante típico en la Plaza Römerberg

 CERVEZAS

Respecto a las cervezas, hay una variedad enorme, siendo la Weissbier o cerveza de trigo la que se ha ganado mi cariño y respeto.
Siguiendo instrucciones de mi amiga Carmen, voy a hacer una exposición de las cervezas mas habituales que se pueden encontrar en casi todos los restaurantes y bares alemanes, y cuyo precio puede variar de un sitio a otro, pero que en general no van a sobrepasar los 3 euros (casi siempre un contenido de 1/2 litro, a no ser que desees jarras de 1 litro).
WEISSBIER.
Cerveza de trigo ligera con sabor dulce y afrutado, su aspecto es pálido y turbio. Es ideal para acompañar cualquier tipo de platos, así como sola, siendo muy refrescante. En navidad suelen venderla en muchos mercadillos mezclada con esencias de fruta y almibares. Tiene bajo contenido alcohólico (motivo por el cual, cuando los alemanes viajan a España, al estar acostumbrados a menos graduación, con tres cañas que se tomen, son capaces de hacer balconing o vomitissing como muy poco).
ALTBIER.
Ha sido el nuevo descubrimiento de este año. Es una especie de mix entre la cerveza rubia y la negra, con una espuma espesa y sabor ligeramente tostado, su contenido alcohólico es mas alto que la anterior.
PILSEN.
Es la cerveza rubia por excelencia, y la mas extendida, ya que se puede pedir hasta en el garito mas escondido que os encontréis. Su contenido alcohólico es medio, y según me informaron en mi ultimo viaje, es la que menos calorías tiene.
SCHWARZBIER.
Esta es la cerveza negra, de color muy oscuro y contenido alcohólico alto, suele tener un sabor bastante fuerte y agradable. Por lo general su precio suele ser mas alto, aunque lo mismo es porque al no ser generalizado su consumo, suelen servírtela en botellas tipo "la casera" en pequeño.
Junto con estas cervezas -habituales-, te puedes encontrar en la carta de bares y restaurantes de muchos mas tipos, que también es bueno de vez en cuando vivir nuevas experiencias, que para eso hemos recorrido tantos kilómetros.


Volviendo a Frankfurt y para finalizar, quiero comentaros que por motivos navideños, toda la ciudad estaba llena de puestos de glüwein (vino caliente y especiado, el cual no tuvo mucha aceptacion en este primer viaje y del que hablare mas adelante), galletas de jengibre decoradas con azúcar de colores, puestos de frutas bañadas en chocolate... y en fin, un imperio gastronómico del que apenas pude disfrutar por mi reciente operación de vesícula, pero del que como consecuencia, salivé abundantemente durante los días de la visita.





Plaza Römerberg