martes, 4 de octubre de 2011

HALLO BERLÍN.


Puerta de Brandemburgo.


Después de Frankfurt vinieron vacaciones de verano en Grecia y navidades en Paris, que tampoco tuvieron nada de especial, decidiendo apostar por un valor seguro y pasar las siguientes en Berlín.
Las fechas elegidas fueron del 9 al 13 de diciembre de 2008.
Quiero especificar que ya tengo vuelo para este año también a Berlin, por lo que en esta entrada no me voy a explayar demasiado, ya que tendré la oportunidad de poder contar las nuevas experiencias mas actualizadas y con mayor concreción que las pasadas y almacenadas en la memoria (que ya tengo 49 años...) pero que a grandes rasgos voy a resumiros aquel viaje.
Como siempre, los vuelos los reservamos a través de atrapalo.com, pero esta vez eliminando del buscador la opción de vuelos low cost, ya que por lo general tienen horarios muy malos que hacen que pierdas el primer y ultimo día, además de que por la experiencia de Frankfurt, ya sabíamos que Alemania es un país de compras, pero con un low cost, aparte del equipaje de mano, hay que pagar por las maletas que no viajan en cabina, saliendo incluso mas caro que con otro tipo de compañías. El hotel lo reserve  a través de booking.com, ya que la pestaña de votaciones de usuarios de los hoteles ayudan bastante a hacerte una idea sobre los mismos.
Air Berlín fue la compañía elegida y el avión fue lo opuesto al de Frankfurt, este era nuevo, sin ruidos extraños, aparte de que también nos sirvieron la comida sin pagar un extra por ello.
El hotel, Novotel Berlín Mitte, situado en la Isla de los Museos, y a un paso del centro de la ciudad, muy recomendable por la amplitud de las habitaciones, el tamaño de las camas, el baño y de que estaba casi recién estrenado.

Alexanderplatz.

Nada mas deshechas las maletas, nos dirigimos a Alexanderplatz, cuya torre de telecomunicaciones "el Fernsehturm", divisábamos desde el hotel, aunque las nubes hacían que no fuese visible la parte superior, y ... ooh sorpresa, había un mercadillo de navidad enorme en cuyo puesto de entrada nos pedimos la primera salchicha (Bratwurst a la plancha con mostaza ) entrando a continuación en una casita de madera que era de bebidas, pidiendo una weisbier por la que inocentemente pagamos 5€, y digo inocentemente, porque su precio real eran 2€, siendo los 3 restante un deposito del vaso, cosa que no sabíamos, por lo que al salir, los devolvimos sin poner la mano para que devolvieran los 3€ per capita, cosa que descubrimos al tomarnos un Glüwein en el siguiente puesto al que entramos.


VISTA GUSTO Y TACTO.
VISTA
¿Que ver en Berlín ?, pues museos de la temática que elijas, el de Pergamo ... de impresión, y el que tiene el busto de Nefertiti otra maravilla, del que tengo una anécdota buenísima, y es que desde la lejanía, vimos que en la puerta, había una cola importante, así como mucha gente dirigiéndose hacia la taquilla, por lo que yo decidí acelerar el paso para llegar antes que nadie y sacar las entradas, pero con tan mala suerte que había que subir unas escaleras, y en el ultimo escalón... zas, un tropezón, pero esto de que te caes... no te caes... aceleras para mantener el equilibrio, que si tomas tierra, que si no... y aunque al final no me caí, acabe cojo perdìo (no es falta de ortografía, es que en Granà hablamos así), vamos, que a la vuelta, tuve hasta que darme una baja porque mi rodilla era una balón de fútbol imposible de articular, siendo una caja de antiinflamatorios, la salvadora de mis vacaciones, y es que yo tengo un problema con las piernas y los viajes : en Paris me deforme un talón para el resto de mi vida, porque no se me ocurrió otra cosa que llevarme zapatos nuevos, y en New York, de otro tropezón tuvieron que comprarme muletas.
Otra cosa muy llamativa para ver, es el Parlamento Alemán, o Reichstag, el cual fue parcialmente destruido en la II Guerra Mundial, y cuya cúpula ha sido diseñada por el arquitecto Norman Foster, enteramente en cristal y acero, pudiendo subir a través de una rampa en el interior, aunque la imagen mejor que tengo de dicha cúpula, fue desde el columpio de un mercadillo navideño especial para niños (que es lo que somos) que hay no muy lejos de allí (dicho columpio es el mas alto de Europa, - mientras que en el suelo estaba lloviznando, cuando subimos a todo lo alto, nevaba).



Columpio "infantil".

La Catedral de Berlín o Berliner Dom, es otro edificio que no hay que dejar de visitar, y que a mi me quedó por ver la cripta de la familia imperial, los Hohenzollern, a la que iré estas próximas navidades (iréis descubriendo el encanto que tienen para mi todos estos temas, y como botón... aquí va un video que tengo puesto en youtube).
Otra cosa muy llamativa de esa ciudad,  es que como tienen todo el frío que les pidas, en las fuentes hay pistas de patinaje, donde te alquilan desde los patines, hasta unos muñecos (pingüinos y osos) a los que te agarras para no caer. También organizan una pista de nieve para trineos en el centro, con una cuesta de bastante consideración.
Por cierto, la torre de telecomunicaciones dicen que tiene unas vistas esplendidas a toda la ciudad, cosa que no pudimos comprobar ya que todos los días estaba nublado y decidimos pasar.
La Puerta de Brandemburgo, esta al final (o al principio según se mire) de una calle con un nombre precioso, Unter den Linden (bajo los tilos) y es mas impresionante por su historia que por el tamaño o vistosidad. La de la cuadriga de caballos es muy curiosa, porque Napoleón se la llevo a Paris como símbolo de su victoria sobre el Imperio Prusiano, hasta que pudieron recuperarla, siendo estas estatuas unas copias de las originales, que se encuentran muy deterioradas. Esta puerta solo podía cruzarla familia imperial Prusiana, además de otros personajes relevantes como el Príncipe de Metternich , siendo en época reciente un punto de la línea divisoria entre la Alemania Oriental y Occidental hasta el derribo del muro hace pocos años (ahora la cruzan hasta los perros, sobre todo para hacerte fotos).
Ahhh, y que no se me olvide que los cuervos son blancos y grises en esta tierra(es que el mundo esta al reves).
Aunque parezca un ave exotica, te puede sacar los ojos.




GUSTO.
Respecto a las comidas, por supuesto... cerveza, codillo, salchichas, tartas  glühwein , mazapán y galletas de jengibre ( da igual el orden, pero hay que comer de todo)
Aquí es de aplicación el refrán de : “donde fueres haz lo que vieres”, y si no gusta, pues nada, que para eso los precios son mas baratos que en España.
Hay innumerables puestos de cerveza y salchichas por toda la ciudad y en todos los mercadillos, aunque no se limitan solo a esto, hay que ir con amplitud de miras, que aunque casi el 100% de la población habla ingles, a veces es bueno pedir cosas que no nos suenan de nada y probar la cocina local.
Restaurante Stäv.
Lo mas exquisito del viaje, fue un restaurante de solera llamado STÄV situado en la calle Schiffbauerdamm 8, y en el que el codillo por lo visto esta de rechupete, aunque yo me pedí un variado de salchichas también buenísimo, siendo típico de este local el  que una vez que te pides la primera cerveza, cuando se acaba, los camareros te vuelven a traer otra y otra... sin que las pidas, a no ser que ya no puedas mas, en cuyo caso cojes el posavasos y lo colocas boca abajo en la parte superior del vaso (ya os especificare el precio medio de una comida en este restaurante porque pienso volver a visitarlo).
Suelen utilizarse mucho las patatas cocinada de 100 maneras, así como los champiñones con una variedad enorme de salsas, y no solo de acompañamiento, sino también como plato único.
Con el Glüwein, que es el vino caliente (mas bien quemando) especiado y especial de la navidad, le fuimos cogiendo cariño, ya que entrábamos en calor rápidamente, pero haciendo la siguiente apreciación:
-Los primeros no suelen gustar demasiado, y hasta casi hay que hacer un esfuerzo para tomárselo.
-A partir del tercero empiezas a apreciarlo, y agradeces el estado de bienestar que produce.
-Los que se toman a partir del segundo dia, que los encuentras maravillosos y en los que pasadas unas horas, empieza a doler la cabeza y lo achacas a que en ese país hay diferente presión atmosférica que en España (cada uno lo puede achacarlo a lo que mejor le plazca).

Puestos de comida y bebida en un mercadillo.

Por cierto, hay que tener en cuenta, que cada vez que pides un gluhwein, tienes que devolver la taza y recuperar el deposito, a no ser que desees conservarla (taza unos 3€ y el contenido 2€, dependiendo del mercadillo puede variar).
Hay un producto especial de la navidad y que nosotros llamamos "bolindrongos de chocolate", que consiste en unas bolas mas o menos del tamaño de un puño, formadas de trozos de bizcocho parecido al de soletilla, que quedan unidos y cubiertos por chocolate crujiente amargo o con leche, según elijas, y que  su interior esta relleno de nutella (vamos, especiales para regimenes de adelgazamiento y diabéticos ) ya os contare mas sobre ellas, así como fotos cuando vuelva esta navidad. Las suelen vender en casi todos los mercadillos.
Hablando de bebidas, las cervezas, lo mismo que en Frankfurt, pero tengo que añadir un nuevo descubriendo, que es un vino llamado Sekt, tipo cava español (o shampein como dice Elsa Pataky) que esta buenísimo, de todos los que probamos el que mas nos gusto fue uno llamado “Fürst Von Metternich” (Príncipe de Metternich, el de la Puerta de Brandemburgo), que en las ferias de productos alemanes del Corte Ingles lo he encontrado por unos 7 € (allí por 5 y pico o 6 lo suelen vender).
TACTO.
Tacto, tacto... , pues como que no, porque voy a hablaros de las compras, que aquí abundan los centros comerciales gigantescos y con un lujazo no visto en ningún otro sitio (inserto foto de la entrada de uno que se llama Kadewee, y que como el vestíbulo de la foto es todo lo demás).
Hay una cadena de tiendas llamadas SØR (calles Bleibtreustr. 33, Friedrichstr. 171 y Schlüterstr 53), que a mi especialmente me gustan mucho, y en donde encuentras marcas como Barbour y similares, con ropa tipo caza (que ya comente hablando de Frankfurt), y otras alemanas de muchísima calidad (Bogner), que comparándolas con prendas similares de España, las alemanas salen ganando.

Escaparate de un comercio berlinès.

En fin, que mereció la pena mejorar en el hotel y el vuelo, ya que volvimos con los ojos cansados, los pies ni lo cuento y las maletas&tripa rellenas al limite.

Hasta la próxima y AUF WIEDERSEHEN (o Tschüß – que se pronuncia chuss y que hasta hace poco no sabiamos si se despedian de nosotros o les produciamos alergia).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo quiero volver, das una imagen muy buena de esa ciudad.