NAVIDAD EN MUNICH (UPDATE) & NUREMBERG



Reno-taxi navideño en hora punta.





11 a 19 de diciembre de 2010

MUNICH, LA FIESTA DE LA NAVIDAD.

Empiezo como siempre, salida desde Málaga con Iberia, y el hotel.....

En la entrada anterior, comente que en el viaje que hicimos en septiembre a Munich, había frente a nuestro hotel otro establecimiento hotelero que era un Palacio en Piedra impresionante que ocupaba una manzana entera, pues bien, con tiempo y una caña... ya lo teníamos reservado para esta navidad, los precios aunque caretes no lo eran en exceso, puesto que las reservas estaban hechas desde octubre, así que llegados a este punto, el nombre del hotel es.... tachin tachin Hotel Sofitel Munich Bayerpost. Es un antiguo palacio en piedra, que al quedar destruido durante la 2ª Guerra Mundial, solo se reconstruyó el exterior, quedando la edificación interna completamente moderna, es una construcción dentro de otra, disponiendo de una piscina cubierta impresionante, por lo que hay que llevar ropa de baño. Allí, por ejemplo, el agua que te ponen en la habitación para consumir, es de la marca Evian, pero claro, con lo que te cobran bien podrían ponerte Don Perignon.

^{Empieza el paseo por la ciudad, ¿os acordáis de aquella fuente del dios Baco?, a ver si la reconoceis en esta segunda visita.}

Como bien habéis deducido, estaba nevando, pero tampoco hacia tanto frío, nada mas llegar a Karlplatz, nos encontramos con una pista de patinaje sobre hielo con un gran chalet en madera donde servian Glühwein, cervezas de todos los tipos, carnes, dulces, y en fin que decidimos entrar para entrablar un primer contacto con la ciudad. Esto era impresionante, iluminacion la que pidieras, gente en tal cantidad que parecía que medio Munich se había tirado a la calle, a todo esto sin parar de nevar, pero todo muy bien preparado para este tipo de clima, así por ejemplo, cada dos por tres, pasaba una maquina por las aceras y demás zonas peatonales que quitaba la nieve, y dejaba una capa de fina grava para no resbalar.

Una vez tomado el primer ágape, nos dirigimos calle adelante hasta llegar al ayuntamiento. El espectáculo era inmejorable, Marienplatz estaba copada con los puestos iluminados de un mercadillo navideño, y un gran pino en la fachada.

Doblamos camino hacia la Residenz (Palacio Real de Baviera), tropezándonos acto seguido con otro mercadillo, este menos turístico y con puestos en los que vendían productos locales muy llamativos, como botones en asta de ciervo, colmillos de jabalí, juguetes de madera, adornos para el árbol, galletas, bizcochos y dulces típicos de la zona, en donde los/as vendedores/as, te atendían con el traje local (tirolés).

Una vez dentro de la Residenz, encontramos otro mercadillo en donde un reno mecánico, te daba la bienvenida cantando, y en el cual abundaban los puestos de comida y bebida, siendo este uno de los sitios que escogimos durante varios días para comer.

Las comidas que se pueden hacer dentro de los mercadillos, no vayáis a pensar que son a base de salchichas y poca cosa mas, ya que se puede comprar una gran variedad de carnes cocinadas de diferentes maneras, champiñones y otras verduras, patatas fritas con salsas (esto no suele faltar en casi ninguno). Siendo la hora del postre, una de las mas animadas, puesto que encuentras desde frutas bañadas en chocolates, al típico mazapán alemán (una especie de bizcocho relleno de pasas, y otras frutas), galletas de gengibre (que a mi me dan una especie de reacción y me dejan la lengua dormida), tartas y bizcochos que bañan en diferentes salsas y que te sirven calientes, etc.




Pagoda china del Jardin Inglès.

 

Con las bebidas, pasa otro tanto, porque para empezar, el Glühwein te lo sirven de muchas maneras diferentes, ya que lo mezclan con ron o con cualquier otro licor que se te ocurra, estando muy rico una variedad de glühwein que llaman Glögg, siendo su origen Dinamarca, Noruega ... . También puedes probar variedades de cervezas calientes con sabor dulce y afrutado, aunque es mas difícil encontrarlas.



Puesto de Glühwein.

Puestos cerca de la Residenz

Hay un mercadillo en Wittelsbascherplatz que para mi gusto era de los mas interesantes, esta todo como mas pijo, desde las variedades en comida a los tipos de Glühwein etc; todo esta dispuesto como muy bonito, a mi me llamaron la atención los puestos en que vendían mazos de pieles (zorros, visones etc.) par comprarlos y hacerte una prenda de abrigo.

 Otra noche, estuvimos cenando en el sitio que comentè en la entrada de MUNICH-MANIACOS,  Hofbräuhaus, en donde tuvimos cena estupenda, con orquesta bavara en directo, y en donde entablamos conversaciòn con nuestros vecinos de mesa.



Tranvía navideño por las calles de Munich.

  Pues si, al hilo de la foto y aunque no todos, hay un par de lineas de tranvía que recorren el centro y que van decoradas de navidad, porque todo lo decoran y cualquier elemento es apto para colgarle 4 adornos. Había incluso puertas con elementos que cuando los veía pensaba... en mi tierra esto no duraba 5 minutos, porque alguien habría tirado de ello para colocarlo en su casa, pero aquí no, aquí lo respetan todo, una alegría.
Solo especificar, que en la anterior entrada que también estaba dedicada a Munich, todo lo que decía se sigue aplicando en este viaje, pero con nieve y adornado.
Aquí abajo pongo la ultima foto que me hice puesto que a la mañana siguiente partíamos hacia Nuremberg.





Así están las calles a las 11 de la noche - desiertas -.



Por cierto, y no quiero que se me olvide, a partir del día 15 de diciembre, ponen las rebajas de invierno, motivo por el cual, esa ultima jornada, tuvimos que dar una serie de paseos desde el centro al hotel para poder descargar las compras, ya que no podíamos tirar de tanto.



NUREMBERG, ESTACIÓN FINAL.

Pues si, como el titulo bien dice, cogimos un tren cuyo final de trayecto era Nuremberg. Y es que no habíamos escarmentado, puesto que el verano anterior, en el mismo viaje que conocimos Munich, los últimos días, los pasamos en Viena, y claro, es lo malo de comparar, que aunque la capital de Austria es una maravilla, le falta lo que a Munich le sobra, que es ambiente de gente por la calle, por las terrazas... que le da mucha vida, motivo por el cual Viena bajó un escalón.

Aquí ocurrió otro tanto de lo mismo, que después de Munich, Nurember se quedaba un poco mas flojo, pero con todo ello, he de decir, que es una ciudad maravillosa.

Nada mas llegar, nos llamo mucho la atención, la estación de trenes, que es un edificio de finales del XVIII, principios del XIX, (calculo yo), y esta llena de tiendas, restaurantes ...y en general con mucha vida.

El hotel era un NH, muy cerca del centro, aunque nos parecía lejano, y no por la distancia, sino por la cantidad de nieve que había acumulada, que hacia complicado el dar un paso.

En Nuremberg, hay varias torres que protegían la antigua fortaleza, y en una de ellas que se encuentra en el centro, hay un mercadillo de navidad, aunque precioso, es mas para turistas.
Siguiendo de paseo por la calle principal de esta ciudad, llegamos a la fuente mas llamativa que he visto en vida, imposible de describir, y que se llama "el carrusel del matrimonio", basada en un poema y de la que pongo una foto.



El carrusel del matrimonio.

La comida de Nuremberg respecto a Munich, no la encontré diferente, las cartas eran mas o menos similares, y es mas, hasta el aspecto de las bodegas que había en el centro era parecido.

Si destacaría el tema de los mazapanes, los cuales estaban exquisitos, y las pastelerías mas abundantes que en la capital de Baviera; había unas galletas-mazapan típicas de allí, que no eran muy caras y que me gustaron mucho.

 Christkindlesmarkt y Marienkirche

Los mercadillos repartidos por la ciudad eran pequeñitos, pero en ninguno faltaba el puesto del Glühwein, descubriendo, que las botellas de este vino que todos los años compro en los aeropuertos a la vuelta para España, están fabricadas en Nuremberg, por lo que aquí, directamente las compre en un supermercado.

Hay que hacer una mención especial al mercadillo (mas que mercadillo es un macromegamercadazo) que hay en la plaza de la iglesia de Frauenkirche, que según tengo leído por diferentes foros, es el mas famoso de Alemania, dificil de describir, y en el que hay cientos de puestos pequeñitos, muchisimos dedicados a comida y dulces, pero en el que puedes encontrar absolutamente de todo, a mi me gusto muchisimo uno de salchichas bratswurst a la parrilla, que no tenían nombre de ricas que estaban, (creo que me comí dos o tres), También había un puesto que Glüwein a la española, fabricado con rioja, y otro en el que te ponían tapas gratis (galletas de jengibre, y que en ese momento me pillo con hambre, por lo creo que di el espectáculo).
Además de las iglesias que en estos días están muy concurridas, poco mas vimos, eso si, subimos a la fortaleza medieval que hay en lo mas alto de la ciudad y desde la que tomé la siguiente foto. Fue de los momentos mas complicado del viaje, ya que para llegar a lo alto, hay una cuesta de adoquines, por la que teníamos que subir y que estaba cubierta de hielo. En ese momento bajaba una excursión de japoneses, o similares, que caían y rodaban que daba gusto verlos.

Vista de Nuremberg.

MORALEJA :  al igual que mucha gente todos los años va a veranerar al mismo sitio (binomio Belén Esteban y Benidorn), yo a partir de ahora, quiero todos los años pasar las vacaciones de navidad en Munich, y que me perdonen Frankfurtqueses, Berlineses, Hamburgueses y Nuremburgueses (o lo mismo son Frankfurtquinos, Berlinquinos, Hamburquinos y Nuremburquinos... o Frankfurtneses... asi hasta el infinito), pero ...

                                                                            C`est la Vie.